Dan lo miró desde un costado de la camilla. Sus ojos vidriosos acompañaban la rabia que le invadía. La máquina sonaba con latidos suaves y constantes…
Examinó su rostro … “Se parece tanto a mí”, pensó.
“¿Papá? ¿Estás ahí?”… Incluso en el limbo persigo tus sombras”....